¡ARTE: UN VIAJE POR LOS SUEÑOS, FANTASÍA Y REALIDAD!

Por FESla

KONCER (quién pidió que así se le nombrara) “¡hace siglos!”, dice, comenzó su carrera artística en la Escuela de Iniciación Artística del INBA (Instituto Nacional de las Bellas Artes), se especializó en danza “yo soy de las personas que vienen al mundo a cumplir una misión, y ¡si te dejas llevar por dios!...”

En el Instituto tuvo gratas experiencias, las cuales son muy memorables para ella “ahí empecé a ver teatro, hice “evita” con el grupo de teatro del INBA” con cierta nostalgia dice “¡ahí fueron mis primeros pininos!”, en cuanto a ejercer la profesión artística “la inicié a los 21 años de edad, ¡por desgracia!, empezó como un hobbie, a mí me gustaba mucho la danza clásica, ¡no tanto la folklorica!, me encantaba ver la belleza de las bailarinas de ballet, ¡qué hermosamente trabajaban!, y me inscribí ahí pero por mi edad ya no me aceptaron… porque no me aceptaron… porque yo ya no tenía la flexibilidad, la edad para moldear el cuerpo y demás, entonces… pues entré a regional; mi profesora de regional, era una persona mucho muy especial, muy exigente, ¡aprendí mucho de ella, mi ejemplo fue ella, en muchos sentidos!, de ahí ella habló con la maestra de danza clásica, que también daba danza moderna, ¡y la profesora, me aceptaba en el grupo de danza moderna!” .

En el transcurso del camino

Durante su estancia en ese grupo de teatro, le sucedieron acontecimientos clave, que recuerda claramente “me encantó dominar mi cuerpo, pero por azares del destino… al dar una pirueta la profesora se cayó con un palito de paleta, que una niñita llevó y dejó tirado… la maestra hace la pirueta, lo pisó y ¡vamonos para abajo!, se luxó una pierna; estabamos ya para presentar un espectáculo, ahí me inicié como guia, como ayudante, como profesora, me tocó entonces, guiar la clase de clásico con los niños, ¡Claro!, ellla me decía esto así, eso así, su hija iba y me hacía las posiciones, ¡así me inicié dando clases!

La actualmete profesora de artística de educación básica (secundaria), quién lleva 27 años ya cumplidos desde el primero de noviembre del año en curso, ejerciendo su labor explica “aquí, entré porque venía a suplir a una profesora que se enfermó, ella daba música, y entré por tres meses nada más… después de esos tres meses, la profesora decidió retirarse y ¡pues yo me quede con su lugar!, diosito me trajo, he permanecido aquí ¡una vida!”.

Razón que le provoca dar clases de danza, teatro, poesía entre otras es porque “necesitamos aprender a transmitir nuestros sentimientos, negativos y positivos de una manera bella y armónica; la juventud sobre todo de ésta época, está carente de muchas cosas, que a través del arte puede modificar”

Relaciones artísticas

Sin titubeos KONCER responde “El arte abarca todo… abarca la belleza espiritual, la belleza corporal, la mente, ¡todo!, a través del arte…”, pensativa y firme continúa “si todos practicáramos el arte, seriamos otro mundo, ¡otro México!”.

“El arte lo relacionamos con todo, porque somos una obra de arte”, haciendo mención de que en las computadoras se trabajan “maravillas” la profesora comparte “nos estaban mostrando unos paisajes hechos a través de la computadora maravillosos”, pero reconoce “yo para eso si estoy vedada, ¡pero tan solo ahí, lo tenemos!”, la psicología es una disciplina que interviene “para conocerte a ti misma y después para poder transmitir a los demás qué es lo que quieres, cómo lo estás haciendo, tus sentimientos”.

Entre anécdotas y sueños

Una de las observaciones en las que la profesora se hace partícipe, es mencionada con preocupación, ya que “hay mucha agresividad en la juventud actual, no saben relacionarse, solo con palabrejas, no saben demostrarse un afecto sincero, ¡faltan muchas cosas!”.

Al compartir unas de sus anécdotas de la vida cotidiana, con cierta picardía y sorpresa cuenta “hace 15 o 20 días venía de Xochimilco hacía Tulyehualco… y nada más del Deportivo de Xochimilco a San Luis (parte de Tulyehualco, distancia aproximada de 15 a 20 min.) un grupito de jóvenes estudiantes repitieron la palabra “wey”, 432 veces”, con risa prosigue “¡me dediqué a contarlas! haber cuántas veces decían “wey”, …“oye wey… fíjate wey…mira el wey… dicen que…”, puro “wey”, puro “wey”, puro “wey”…, ¡imagínate nada más! Y me quedé pensando… ¿y éstas generaciones quieren aspirar a un buen empleo?, ¡expresándose así!”.

“Veo a las jovencitas de CETIS (Centro de Estudios Tecnológicos e Ingeniería en Sistemas), de CONALEP (Colegio Nacional de Estudios Profesionales), ¡qué barbaridad!, una jovencita en pleno RTP (camión perteneciente a la Red de Transporte Público)… “no es que tú crees, que el hijo de quién sabe qué, me quería llevar al hotel, y yo le dije ¡hay no, a ese hotel a mí no!, a mí llévame a un hotel pero así”… entonces las cinco personas adultas que veníamos, no sabíamos qué hacer, nos agachábamos, los señores la miraban pues… muy morbosamente, ¡pero qué está dando la mujer!... sobre todo la mujer ha cambiado bastante cambió en el sentido de que no es… qué te diré… antes decían que las sorteaban, que las maltrataban, que las menospreciaba, pero a partir de la liberación ya es libertinaje, cuántos hijos abandonados, cuántos hogares deshechos, porque la mujer ya va con la idea de decir, ¿qué voy a hacer?, pues me voy a casar, si me llevo bien, y si no, me separo, pero no están viendo los frutos y eso desgraciadamente sucede”.

Entre sueños y lo que desea para un futuro mejor y el prospecto ideal de un alumno, la profesora de danza folklórica se basa en “¡qué soñaran!... que aprendieran a soñar, a extender sus alas y alcanzar metas”, viendo e idealizando a los alumnos de la clase alterna de teatro extiende “¡qué aprendieran a soñar, a sudar y a alcanzar metas, el arte es otra cosa en la que nos va a ayudar y eso es lo que tratamos de hacer, hacer conciencia”.

La despedida

La profesora KONCER originaria del Distrito Federal, “aunque mi padre de Oaxaca y mi madre del Estado de México”, y quién se define “chilanguita… chilanguita… chilanguita… y de Tepito”, ahora radica en Tulyehualco, y refiriéndose a la delegación Milpa Alta expresa “comulgo con la gente, sus tradiciones muy bellas, sus sentimientos, ¡por eso me duele que cambien!, entró CETIS, entró CONALEP, vino gente extraña a cambiar a los de aquí, ya le digo mi gente porque 27 años aquí, ¡ya es un tiempecito!, Y pues la ha hecho cambiar mucho”.

En las aspiraciones y logros personales la maestra de arte comenta “tenemos la biblioteca del saber” en la cual los alumnos leen un libro y posteriormente lo comparten con otras familias en su tiempo libre, “se procura trabajar con obras de teatro, los guiones los hacemos nosotros, coreografías lo hacemos nosotros, solamente cantar no se me ha hecho, pero estamos haciéndole de todo un poquito”.

Por último aporta recomendaciones importantes para que su sueño se haga realidad, “carecemos de esa educación de la limpieza, tiramos basura donde sea, escupimos donde sea, somos parte de lo que nos enseñaron nuestros padres; ¡Espero que mi gente cambie, que mis jóvenes demuestren su grandeza, que sean sinceros consigo mismos! ¡Impecables en la palabra, congruentes con la acción!, todos seguimos ejemplos y ustedes son ese ejemplo a futuro, seguimos ideales, el cuerpo funciona, hace lo que debe hacer en beneficio de su pueblo, ¡el que da es grande y el que trabaja para sí mismo, pues se queda en la nada!, ¡trabajen para los demás, pero no por interés, sino porque somos parte de un todo… triunfen!”, fue así como haciendo caso a dos de las leyendas más representativas que se ubicaban en una de las paredes del salón de clases de artística, nos retiramos convencidos de que “el cerebro no es un vacío por llenar, sino una lámpara por encender” y que “la regla de oro es el respeto” frases de KONCER.

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